Muchos los maltratan pero por aquellos que lo hacen habemos millones que hacemos todo lo contrario y significan algo muy importante en nuestras vidas.
Nos escuchan sin hablar, nos comprenden en nuestros buenos y malos momentos, jamás les oímos quejar y sí verles esa expresión de lealtal y apoyo constante.
Al llegar a nuestra casa lo primero que vemos es en meneo constante de alegría en su cola y ese recibimiento y saludarle se convierte en el premio que reciben.
Mucho dan para recibir un plato de comida y de agua.
Por eso reinvindico en este espacio ese gran homenaje a ellos.
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